En medio de las críticas intenacionales, el gobierno militar de Sudán mató a al menos 30 personas y bloqueó Jartum para evitar nuevas protestas. Los militares y policías levantaron bloqueos en los accesos a los distintos barrios de la capital y volvieron imposible llegar al lugar donde por casi dos meses miles de manifestantes durmieron y reclamaron una apertura democrática con elecciones libres y sin la tutela de la junta militar.

“Estamos siendo atacados por las Fuerzas de Despliegue Rápido y la Policía”, denunció uno de los manifestantes que estaba en la sentada en Jartum, Mamadou Abozeid, en una entrevista telefónica con la televisora Al Jazeera.

“Nos disparaban a cada uno de nosotros de manera indiscriminada y las personas corrían por sus vidas; bloquearon todas las calles y la mayoría de las carpas de la sentada fueron incendiadas”, contó a la emisora qatarí otro manifestante que estuvo allí, Mohammed Elmunir.