La ministra de Justicia de la Nación, Marcela Losardo, advirtió que “democracia sin justicia realmente independiente no es democracia” y que no hay un Poder Judicial autónomo si sobre él “se posa la mano del poder político”, y exhortó a “derribar los muros del rencor y del odio”.
La funcionaria formuló estos conceptos al hablar anoche en la cena anual de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, donde destacó que es la primera mujer que ocupa el Ministerio de Justicia y aludió varias veces a la “independencia” de los tribunales, ocasiones en la que fue aplaudida por los asistentes.
En este sentido, exaltó la necesidad de una justicia “fuerte e independiente, y respondiendo a las demandas de los ciudadanos”.
“Cuando se habla de falta de credibilidad en la justicia me enoja, porque la mayoría de los jueces son justos y probos y solo por un grupo de unos pocos los demás cargan con una mochila que no les corresponde”, aseguró.
Sostuvo que “no hay democracia si la República pierde legitimación y la Constitución Nacional debe ser la referencia ineludible de cada funcionario público”.
“La justicia puede ordenar el sistema y debe haber un Poder Judicial independiente, libre, probo, limitado solo por la ley”, enfatizó.
Losardo destacó los lineamientos planteados por el presidente Alberto Fernández, entre ellos “dos palabras que dijo un antes y un después: nunca más” a la influencia del poder político y de operadores en la Justicia. Allí, convocó a que “como hombres y mujeres de Derecho nos sumemos a esta consigna para que nunca más haya políticos y poderosos tomando decisiones que sólo le corresponden a la justicia”.
“Democracia sin justicia realmente independiente no es democracia. Y No hay justicia independiente si sobre ella se posa la mano del poder político”, advirtió además entre aplausos de medio millar de participantes de la cena, entre ellos jueces y fiscales de diversos fueros de la ciudad de Buenos Aires, así como el presidente y la vice de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz y Elena Highton de Nolasco, respectivamente.
“La justicia puede ordenar el sistema y debe haber un Poder Judicial independiente, libre, probo, limitado solo por la ley”
En ese contexto, destacó “la alta significación que tiene para el Poder Ejecutivo Nacional el diálogo con todos los sectores”. En otro tramo de su discurso abogó por una “justicia accesible para empoderar a cada ciudadano en el ejercicio de su derecho” y sostuvo que “el Estado argentino tiene una deuda moral con los niños y las mujeres”.
Mencionó la reforma judicial que impulsará el Gobierno de Fernández sin entrar en detalles, aunque aclaró que “repensar esas políticas no es reducir el tema a la edad de imputabilidad” de los menores que delinquen.
En el Poder Judicial “la mayoría de los cargos son ocupados por mujeres, pero a medida que vamos hacia arriba son cada vez menos”, apuntó.
Por su parte, Rosenkrantz destacó que es “necesario, preciso, imprescindible, mirar hacia adelante” y afirmó que “no progresará la Argentina si sigue mirando en retrospectiva”.
El presidente de la Corte Suprema advirtió que un “buen servicio de justicia debe contar con recursos económicos”, porque “con demasiada escasez es difícil hacer un trabajo que desarrolle su potencialidad”.
“La virtud cardinal de la justicia es por excelencia el apego de un juez a las normas y tenemos la obligación y el derecho de ser independientes del poder y de los poderosos”, puntualizó
“Los jueces deben ser solo militantes del Derecho”, remarcó Rosenkrantz, quien instó a “resistir la tentación de resolver las cosas por lo que nos gustaría” que fuera.
Insistió con que “los jueces debemos ser claros y precisos y trabajadores incansables en busca de la verdad” y aseveró que “la única manera de vivir en común es apegarnos a las normas”.
Asimismo, advirtió que “los problemas de la política deben ser resueltos políticamente”.
El presidente de la Asociación de Magistrados, Marcelo Gallo Tagle, dijo por su parte que con el nuevo Gobierno empieza una etapa de “expectativas no exentas de ansiedades” y sostuvo que “sin justicia independiente no hay democracia”.
A la cena asistió también el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, mientras que estuvieron ausentes los ministros de la Corte Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda, así como los jueces del fuero federal penal de la ciudad de Buenos Aires.
Además, estuvieron los ex camaristas federales León Arslanian y Ricardo Gil Lavedra; el procurador bonaerense Julio Conte Grand, el procurador nacional interino Eduardo Casal, el procurador porteño Juan Mahiques, los jueces Mariano Borinsky, Luis Lozano, Luis Herrero, Ricardo Recondo y Néstor Costabel, y los fiscales Diego Luciani, Ricardo Sáenz y Juan García Elorrio, entre otros.